Cristina.
De este retiro me llevo el darme cuenta de que al mostrarme sin vergüenza y vulnerable hacia otras personas, desaparecen miedos, inseguridades y pensamientos negativos hacia una misma.
He sentido cómo puedo aportar positivo si me abro y me muestro, sin miedo al juicio.
(Aunque aún me queda mucho por trabajar, llevando esto al día a día y desde mi interior, sin el apoyo o presencia de alguien…)

Remedios
Me llevo el poder de la unión, la fuerza del grupo, el saberme sostenida y sostener.
Un viaje a mi interior a través de la mirada del otro.
Profundizar más en mi capacidad de concentración y sostener las emociones.
Infinitamente agradecida por estos días de compartir, de convivir, gracias al grupo y a la maestra que nos ha guiado en este caminando tu ser.

Elsa.
A esta llamada respondí con un empujón inesperado tuyo y que me siento increíblemente afortunada de haber podido compartir este espacio de encuentro interior, donde he podido volver a abrir puertas que tenía atascadas y encontrar de nuevo aliento y libertad y la alegría de estar viva con mayúsculas. Y la he encontrado en cosas pequeñas en las que nos sostenemos todos los días, por suerte.
Lo interno despierto y renovado, abonado con una nueva dimensión de cuidado, escucha y disciplina, empiezo a sanar.
Lo externo, ya cuando te vi, hubo algo que desde la inocencia y desde ese espacio tan lindo del Ser me llamó. Y me llevo más conexión, me llevo risas desde las entrañas, ganas de volver a conectar y seguir conectando, pienso en amistad y en los choques lindos que se producen porque así estaba escrito.
Me llevo la cabeza clara, el cuerpo despierto, el corazón repleto y el alma en las manos.